¿Cansado de las malas hierbas en tu jardín? ¿Por qué no cambias esas molestas hierbas por plantas que puedas comer? ¿No sabes por dónde empezar? Nosotros te ayudamos con la lista de las mejores plantas domésticas para añadir a tu dieta
Las mejores plantas domésticas para añadir en tu dieta
Tener las mejores plantas domésticas para añadir a tu dieta no sólo supone tener a mano alimentos sanos y controlados. Además, tendrás comida gratis sin salir de tu casa. Todo ventajas
Lo cierto es que con el actual boom de los huertos ecológicos y los jardines, resulta muy sencillo tener plantas domésticas comestibles. Algunas son igual o más decorativas que las habituales, pero con el añadido de poder comerse. Eso sí, hay que saber cuáles son las más recomendables. Por tal motivo, te mostramos las mejores plantas domésticas para añadir a tu dieta
Diente de León
A pesar de la mala fama que tiene el diente de león, es una hierba que se come por completo, de la raíz a las flores. Sí, estéticamente no queda perfecta pero se puede comer tanto cruda como cocida y eso compensa. No obstante, conviene saber cómo y cuándo comer cada parte de una de las mejores plantas domésticas para añadir a tu dieta
- Hojas – Las hojas del diente de león las puedes tomar en cualquier momento del año. Eso sí, las hojas no maduras son algo más amargas, mientras que las hojas más grandes, son ideales para la ensalada.
- Flores – Las flores del diente de león tienen un sabor dulce y textura crujiente. Habitualmente se usan para hacer infusiones.
- Raíz – La raíz del diente de león es un tremendo sustitutivo del café. Para ello, primero hay que secarla y tostarla, para después infusionarla.
Pamplina
También conocida como chickweed, stellaria media o hierba gallinera, es una hierba de jardín muy simple y que tiene propiedades tanto alimenticias como curativas. En el primer ámbito, la pamplina posee hojas, tallos y flores comestibles. Tanto crudos como cocidos, pueden ser comidos sin problemas. El sabor y la textura son muy similares a las espinacas.
En lo curativo, la pamplina posee propiedades curativas muy aprovechables. Esta hierba se usa como diurético suave cuando se prepara en forma de infusión. No obstante, el uso más habitual es el que se le da para quemaduras, cortes o erupciones. En este caso, se aplica de forma tópica como una cataplasma.
Cuartos de cordero
Los cuartos de cordero también se conocen como pie de ganso. Curioso que sus dos nombres hagan referencia a animales. Y curioso también que tanto sus brotes como las hojas sean comestibles y muy sabrosos. Tanto crudos como salteados, son ideales para acompañar una ensalada, especialmente si es de espinacas.
Por otro lado, las semillas de los cuartos de cordero también se comen. Se parecen mucho a la quinoa pero necesitas tener muchos cuartos de cordero para reunir una ración decente.
Llantén mayor
El llantén mayor también es conocido como platán. Ambos términos se usan por igual. Como también se usa esta hierba en sus dos vertientes: la medicinal y la alimentaria. En lo medicinal, el llantén mayor es un remedio natural tremendo contra quemaduras, erupciones, heridas o picaduras.
Ahora, en lo alimentario esta hierba está recomendada para comer cruda, cocida, salteada… Hay numerosas formas de degustar el platán. Un platán cuyas semillas también son aprovechables. Estas se forman en una espiga de flor muy llamativa que sobresale de la hierba. Entre sus propiedades, estas semillas contienen fibra y son un laxante natural muy potente. Por tal motivo, hay que controlar las dosis.
Malva
Otra de las mejores plantas domésticas para añadir en tu dieta es la malva. También conocida por su nombre en inglés, cheeseweed, debido a la peculiar forma de las vainas de sus semillas. Es habitual de Estados Unidos donde está presente en el césped de muchos jardines.
En el caso de la malva, se pueden comer las hojas y las vainas de semillas. Tanto crudas como cocidas, lo habitual es comerlas cuando aún son pequeñas, pues están más tiernas y su sabor está mucho más potenciado. Si dejamos que sus hojas se pasen algo más, podemos usarlas como cualquier otra verdura de hoja verde.
Verdolaga
La verdolaga o purslane siempre ha sido, y no se explica, una hierba de jardín infravalorada. Habitual de zonas húmedas y con sombra, crece muy cerca del suelo, por lo que no suele destacar por su presencia. Lo que no todo el mundo sabe es que la verdolaga es una tremenda fuente de nutrientes. Para empezar, posee una gran cantidad de ácidos grasos omega-3 y antioxidantes.
Para su consumo, lo más recomendable es añadirla cruda a la ensalada o saltearla en la sartén. Su textura es crujiente y se pueden comer tanto las hojas como los tallos. También se puede utilizar como complemento en pucheros, pues aporta un toque picante a cualquier comida.
Trébol
De un tiempo a esta parte, el trébol ha vuelto a tomar relevancia por ser un sustituto tremendamente eficaz del césped. Además de lo ornamental y lo decorativo, el trébol es un complemento muy interesante para añadir a las comidas habituales.
Por un lado, las hojas del trébol se pueden añadir a las ensaladas en pequeñas cantidades y crudo. Por otro lado, también se puede saltear. Si las flores son de trébol rojo o blanco, las puedes comer tanto crudas como cocidas. Incluso hay quien opta por dejarlas que sequen para hacer infusiones con ellas.
Amaranto salvaje
El amaranto salvaje es la última de las mejores plantas domésticas para añadir en tu dieta que te proponemos. En este caso, son las hojas y las semillas del amaranto silvestre las que se pueden comer. Por un lado, las hojas resultan más suaves y con más sabor si las comemos antes de que maduren. Si esperamos algo más, debemos cocinarlas.
En lo que respecta a las semillas, se pueden utilizar como grano entero o molidas. Eso sí, siempre cocinadas. En ambos casos, suponen un aporte tremendo de proteína libre.
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