El estrés tiene un efecto directo sobre nuestra capacidad de perder peso, y también lo tiene la cantidad de horas que durmamos al día. Falta de sueño puede provocar que comamos más seguido y que hagamos peores elecciones al momento de seleccionar qué comer.
Esto ocurre porque el cuerpo nota el cansancio que estamos sufriendo y percibe la falta de energía, lo que hace que sienta deseos de optar por los alimentos que más energía le darán, para poder seguir funcionando adecuadamente, y estos alimentos se trata simplemente de comida alta en calorías y en grasas.
Dormir lo suficiente también nos asegurará que sintamos la suficiente energía para ejercitarnos como corresponde, y que demos el máximo en cada una de nuestras rutinas. Incluso si no podemos añadir más horas de sueño, es importante que nos tomemos algo de tiempo en el que no haremos nada, practicar respiración profunda, leer o escuchar música calma una vez al día, todos los días. Intentar mantenernos calmos puede mantener al margen el comer por impulso.
Originally posted 2011-05-30 17:06:00.
