A pesar de que cada persona es un mundo, a la hora de categorizar los cuerpos, las opciones se quedan en tres somatotipos, como han venido a llamarlos. Ectomorfos, endomorfos y mesomorfos. Aunque te vamos a explicar en qué consiste cada uno de ellos, nos vamos a centrar más en el cuerpo Mesomorfo: qué es, cómo tiene que entrenar, qué tiene que comer y diferencias con otros somatotipos
¿Qué es un Mesomorfo?
Antes de nada, conviene saber qué es un mesomorfo. Lo cierto es que el mesomorfo es la combinación de los otros dos somatotipos. Hablamos de un cuerpo que no es ni muy grueso, ni muy delgado. Cuenta con hombros anchos, cintura pequeña y un cuerpo que, por norma general, tiene cierta musculatura. Y, si no la tiene, la puede ganar con suma facilidad.
Al definir un cuerpo mesomorfo también contamos con que su nivel de grasa corporal es bajo, lo que le permite alcanzar sus metas físicas sin un esfuerzo añadido, aunque controlando, por ejemplo, la dieta. Al contar con un metabolismo intermedio, si se exceden con la comida, cogerán mucho peso. Ahora, si comen por debajo de lo que deben, perderán masa muscular. Es decir, tener un somatotipo privilegiado no significa que mantenerlo sea sencillo.
Curiosamente, los cuerpos mesomorfos son distintos, dependiendo si son de hombre o de mujer. Los de mujer pueden crear músculos con mayor facilidad, pero deben controlar mucho la dieta si lo que buscan es bajar de peso. Tienen forma de reloj de arena.
Foto: @rachael_attard
Por su parte, el hombre tiene músculos de forma natural, pero darles forma y tonificarlos le cuesta más que a las mujeres. Tienen forma de ‘V’. Un cuerpo que, entre sus características principales, encontramos que es simétrico, atlético, compacto, la piel es gruesa y la circulación sanguínea es notable.
Obviamente, conviene saber cómo tiene que entrenar y qué tiene que comer un mesomorfo para sacar el máximo rendimiento a su cuerpo.
¿Cómo tiene que entrenar un Mesomorfo?
Ahora que tenemos claro lo que es, toca saber cómo tiene que entrenar un mesomorfo para desarrollar todo su potencial. En este caso, como hemos comentado, el mesomorfo debe controlar el peso, por lo que conviene añadir sesiones cardiovasculares a la rutina de entrenamiento. Hablamos de un mínimo de 30 minutos y de hacerlo 4-5 días por semana.
Foto: @apsnutrition
Este cardio lo debemos combinar con otros entrenamientos de alta intensidad. En este caso, lo más recomendable son los entrenamientos HIIT que podemos realizar 3 veces por semana en días alternos.
Por último, pero no menos importante, no dudes en realizar un entrenamiento con pesas. Debes aprovechar la facilidad para crear músculo, para potenciarlo. Lo recomendable es que levantes bastante peso y conviene que el descanso entre repeticiones no sea muy prolongado, pues necesitas estimular fibras musculares que ya están musculadas previamente. Tira de súper series y circuitos que te ayudarán a mejorar tu potencia y resistencia.
Foto: @wodnow
En este caso, haz series de pocas repeticiones (6-8) pero con bastante peso para llevar los músculos al límite. Si te ves con fuerzas, tira repeticiones al fallo.
También conviene que cambies la rutina a menudo, pues el cuerpo mesomorfo se adapta muy fácilmente a las rutinas. Buscamos sorprender a los músculos y esto implica renovar entrenamiento a menudo y adaptarse a nuevos estímulos.
Foto: @marcwez
No hace falta decir que el descanso es fundamental. Como mínimo debes hacer 2-3 días por semana. Durante este descanso puedes usar suplementos deportivos para acelerar y mejorar la recuperación.
Entre los más recomendables, la creatina, muy recomendable para los mesomorfos. Se trata de un suplemento que te aporta glicina, arginina y metionina, es decir, hasta tres aminoácidos que potenciarán la creación de músculo, te darán un aporte extra de energía y regularán tu recuperación tras el entrenamiento.
¿Qué tiene que comer un Mesomorfo?
Antes de usar suplemento alguno, debes saber qué tiene que comer un mesomorfo. Y es que la dieta es más relevante incluso que el entrenamiento. En su caso, porque su musculado cuerpo de base, necesita más calorías para su mantenimiento. Así, una dieta alta en proteínas es la mejor opción para este somatotipo.
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Una pauta a seguir con la dieta de un mesomorfo puede incluir:
- 40% de carbohidratos complejos (producen energía y sintetizan el glucógeno para recuperarnos del entrenamiento) – Quinoa, arroz integral, harina de avena…
- 30% de proteínas magras (construyen músculo y reparan los ya existentes) – Pollo, pavo, ternera, atún, salmón, queso bajo en grasa…
- 30% de grasas saludables (son saciantes y evitan picar entre horas) – Aguacate, aceite de oliva, semillas, nueces…
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Por otro lado, entre las recomendaciones a la hora de comer, encontramos con que un mesomorfo debe realizar comidas de pequeñas cantidades pero muy seguidas. Es posible que, a lo largo del día, puedas hacer siete comidas. No te alarmes porque hay días que con solo tres comidas, ingieres más cantidad y de peor calidad.
En lo que se refiere a frutas y verduras, debes consumirlas en grandes cantidades. Hablamos de 4-5 piezas al día combinadas. Muy recomendables son las verduras de hoja verde, mientras que la fruta, mejor evitar la fructosa. Así, las fresas, el acai, manzanas, sandía o pera pasarán a ser tus grandes aliados alimenticios
Las diferencias de un Mesomorfo con otros somatotipos
Para terminar, echamos un ojo a las diferencias de un mesomorfo con otros somatotipos, es decir, ectomorfos y endomorfos.
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- Endomorfos – El cuerpo endomorfo tiene tendencia a coger peso y acumula grasa con facilidad. Es el cuerpo que debe fijar la mayor atención en la dieta, además de combinarla con ejercicio cardiovascular. En el lado positivo, los endomorfos ganan músculo de forma más rápida que el resto de somatotipos.
- Ectomorfos – Se trata de un cuerpo delgado por definición, un peso por debajo del recomendado y extremidades más largas de lo normal. Su metabolismo acostumbra a ser acelerado y les cuesta mucho ganar músculo, pero sí tendrán muy sencillo conseguir un cuerpo fibrado y marcado.
- Mesomorfos – El cuerpo mesomorfo está a medio camino entre los endomorfos y los ectomorfos. Está más delgado que el primero, pero más fuerte que el segundo. En este caso, cuenta con la ventaja de no tener que ser estricto con la dieta, lo que le permite obtener tejido muscular fácilmente