Los entrenamientos están cada día más especializados. Sacar el máximo rendimiento al tiempo dedicado al cuerpo es una máxima y hacerlo en superficies inestables ayuda a lograrlo. Por tal motivo, te contamos todo sobre el entrenamiento en superficies inestables: beneficios, peligros y tipos
¿Qué es el entrenamiento en superficies inestables?
Lo primero es saber qué es el entrenamiento en superficies inestables. Y conviene saber que este tipo de entrenamientos tienen su origen en las rehabilitaciones, pues eran usados para la recuperación, sobre todo de lesiones en el tren inferior. Según se iba a usando, quedó claro que la mejoría era notable a nivel neuromuscular, lo que llevó a que diera el salto de la rehabilitación al entrenamiento normal y de ahí a su popularización.
Hablar de qué es el entrenamiento en superficies inestables es hablar de complementos para el entrenamiento como el fitball o el TRX que veremos más adelante. El objetivo de esta forma de entrenar es alejar el cuerpo de una superficie estable como el suelo o un banco. Así, al estar sobre una superficie inestable, tendremos que activar determinados mecanismos del cuerpo para mantener la estabilidad que nos falta.
Con esta acción, no solo entrenamos el equilibrio, sino que también potenciamos la propiocepción, la estabilización y, sobre todo, trabajamos el core, o lo que es lo mismo, la musculatura profunda del abdomen, que es la zona que estabiliza el cuerpo. La necesidad de estabilización que se genera en el cuerpo lleva a que reconozcamos mejor nuestra propia fisionomía y la mantengamos estable todo lo que podamos.
Los beneficios del entrenamiento en superficies inestables
Los beneficios del entrenamiento en superficies inestables son muchos y grandes. Independientemente del elemento que utilicemos como superficie inestable, las consecuencias positivas van más allá que las de un entrenamiento funcional.
Además, conociendo los beneficios del entrenamiento en superficies inestables le perderemos el miedo a usar esos elementos que hay en todo gimnasio y que nunca usamos. Accesorios de distinta índole como el bosu, el balance board o los discos de equilibrio. Es importante probar como primer paso y coger rutina habitual de entrenamiento en superficies inestables. Estos son los beneficios de los entrenamiento en superficies inestables
- Core – El entrenamiento en entrenamiento en superficies inestables permite un mayor trabajo de la zona core que es la que más trabaja para mantener el equilibrio de todo el cuerpo, independientemente del elemento sobre el que entrenemos. La región central se verá muy beneficiada por este tipo de entrenamiento
- Abdominales – Aprovechando que el trabajo se va a centrar en la zona central, podemos aprovechar para hacer abdominales, si usamos aparatos específicos.
- Estabilización – La sensación de desequilibrio constante hace que el entrenamiento nos ayude a tener una mejor percepción de nuestro propio cuerpo y cómo estabilizarlo. Así, conseguiremos una mejora exponencial de los sistemas que usamos para mantener el equilibrio.
- Definición – Al final, entrenar en superficies inestables supone un trabajo de cardio tremendo y un esfuerzo de casi todo el cuerpo controlado de forma conjunta. Esto nos llevará a una definición de la musculatura y a cincelar un cuerpo ideal.
- Lesiones – Si contamos con que los entrenamientos en superficies inestables proceden de la rehabilitación, podemos contar con que será muy útil a la hora de recuperar cualquier daño que tengamos. Obviamente, en este caso, la recuperación debe estar controlada y supervisada por un profesional.
Los peligros del entrenamiento en superficies inestables
Los peligros del entrenamiento en superficies inestables no son demasiados pero sí los suficientes para tener en cuenta. Al final, todo tiene su contrapartida. Estos son los peligros del entrenamiento en superficies inestables
- Lesiones – Como ya hemos comentado, entrenar en superficies inestables es muy beneficioso para rehabilitar lesiones. Ahora, para llevar a cabo este trabajo, siempre debemos tener el asesoramiento de un profesional. Es fundamental que un especialista vigile que la ejecución de los ejercicios es la correcta, que se cumplen los plazos y que todo va como debe. Si no, nos arriesgamos a agravar la lesión. Hablamos, como no, de un fisioterapeuta.
- Entrenamiento de fuerza – Si es la primera vez que hacemos un entrenamiento en superficies inestables en un gimnasio, también conviene que nos ayuden a comenzar. En este caso, el monitor del gimnasio no sólo puede indicarte cómo ejecutar, sino que te puede ayudar y sujetarte. Un fallo en estos ejercicios puede suponer caerte en desequilibrio y hacerte más daño del que parece.
- Entrenamiento previo – Antes de acometer un entrenamiento en superficies inestables, debemos tenerlo totalmente controlado en una superficie estable. Si no logramos hacerlo en el suelo, es complicado que podamos afrontarlo en una superficie inestable. Para ello, la alineación debe ser la correcta en superficie dura, para aprender a mantenerla en superficie inestable. Para ello, debemos considerar el entrenamiento en superficies inestables como un paso en la progresión de la rutina. Un ejemplo clásico es la sentadilla. Si no la dominamos en entrenamiento funcional, cómo vamos a hacerla en un bosu. No merece la pena, pues el riesgo de lesión supera al beneficio que nos aporta.
- Seguridad – Cuando estemos entrenando en inestabilidad, es importante controlar el entorno. Es decir, hay muchas opciones de perder el equilibrio y caer. Por tanto, intenta no tener objetos contundentes en tu radio de acción, no tener mucha gente cerca o estar alejado de cristales o pesas. Una mala caída puede ser fatal.
- ¿Vale la pena? – No es tontería preguntarse qué estás haciendo con un entrenamiento en superficies inestables. Básicamente, debes valorar si merece la pena hacer 100 abdominales con un fitball, cuando puedes hacerlas en el suelo con normalidad. Si la diferencia no es demasiada, opta por lo más sencillo. Siempre.
Así las cosas, antes de afrontar los peligros del entrenamiento en superficies inestables, debes verificar si te merece la pena comenzar o no por este camino. Repasa todos los peligros del entrenamiento en superficies inestables y, cuando lo tengas claro, toma la decisión.
Tipos de superficies inestables para entrenar
Por último, te contamos los tipos de superficies inestables para entrenar. Y es que las opciones que propone este tipo de entrenamiento son más amplias de lo que cabría esperar. Estos materiales desestabilizadores tienen un baremo de dificultad que irás aumentando con el paso de los años y el entrenamiento. Estos son los tipos de superficies inestables para entrenar
- Fitball – También conocida como pelota suiza o physioball es una pelota de plástico de grandes dimensiones, cuyo tamaño varía según la persona que lo use
- Bosu DSL – El Bosu es una fitball con material pesado en su interior. También tienen nombres como Ballastball
- Bosu – Es la abreviación de ‘Both sides up’ y es lo que queda de dividir una pelota gigante por la mitad. Tiene una zona llena de aire y otra rígida que va pegada al suelo. Pueden llevar tensores anclados en los laterales para que hagas ejercicios asistidos mientras mantienes el equilibrio.
- Physio-Roll – Es la combinación de dos pelotas de plástico de tamaño considerable. El resultado final es similar a un cacahuete gigante.
- Dyna Disc – También conocido como Wobbleboard, es un disco de goma de pequeñas dimensiones que va hinchado.
- Tabla de inestabilidad – Es una tabla de madera en cuyo centro hay un elemento saliente, que suele ser una bola incrustada.
- T-Bow – Es un arco de fibra sintética con unas dimensiones muy concretas y un peso reducido al máximo. Se puede usar por ambos lados. Una de las partes es granulada (parte cóncava), y la otra es la esterilla en la parte convexa
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Originally posted 2019-09-19 19:10:17.