La importancia del calentamiento
Lesiones musculares, torceduras, roturas fibrilares y de hueso, distensión de ligamentos… todas estas lesiones las podemos evitar dedicando un tiempo previo al ejercicio para un buen calentamiento.
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El calentamiento depende de la complexión de la persona que va a realizar la actividad, no es lo mismo un atleta que una persona que realiza ejercicios de manera puntual, influyendo también la edad y su forma física.
Un buen calentamiento debe ser orientado al ejercicio que vamos a practicar, por ejemplo, si vamos a jugar al fútbol es fundamental centrarse en las extremidades inferiores (tobillos, rodillas, cadera…).
El calentamiento debe ser un ejercicio suave y progresivo en el que no se superen las 140 pulsaciones por segundo, y si no llegamos a 120 pulsaciones por segundo no estaríamos realizando los ejercicios con la intensidad adecuada. Todas estas indicaciones son de manera general, pues depende de los factores nombrados anteriormente.
Un ejemplo de calentamiento genérico:
El objetivo de nuestro calentamiento será trabajar todo el cuerpo y las articulaciones, para ello:
1º Comenzaremos caminando, para continuar trotando suavemente y de manera progresiva.
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2º Realizaremos el giro de las distintas articulaciones, como movimientos de brazos, cintura, trotando de lado, etc. Esta parte del ejercicio se puede realizar de manera estática o en movimiento.
Tras el calentamiento realizaremos el ejercicio y para terminar, llevaremos a cabo distintos estiramientos para evitar la acumulación de azúcares en las fibras musculares, comúnmente conocido como agujetas.
Originally posted 2011-03-07 15:15:00.