Ser honesto con lo que realmente se hará es muy difícil. Mucha gente falla porque tienen metas demasiado altas, planificando tantas rutinas y cambios en la dieta que son imposibles de seguir.
Es importante ser consciente de uno mismo y pensar qué vas a hacer realmente para alcanzar tus metas. Tómate un tiempo para preguntarte algunas preguntas cruciales antes de embarcarte en un viaje fallido. Pregúntate:
- ¿Cuánto tiempo vas a invertir en el ejercicio, realmente? Olvídate de toda guía y decide lo que realmente harás, y luego planea tus rutinas en consecuencia. Si sabes que es imposible que inviertas una hora en el gimnasio, planea una rutina de 30 minutos que seas capaz de completar.
- ¿Estás dispuesto a hacer lo que haga falta? Si quieres perder peso, ¿estás dispuesto a cambiar tu hábitos alimenticios? ¿Y si esto implica pasar más tiempo cocinando y en el mercado? ¿O decir que no a salidas a comer? Cambiar los hábitos es muy difícil, y deberás decidir si quieres comprometerte a hacerlo.
- ¿Puedes aceptar una derrota? Una parte muy grande de perder peso es fallar, y es seguro que en algún momento ocurrirá. Así sea que cedas ante las tentaciones de la comida chatarra o que faltes al gimnasio, es importante aceptar el error y hacer lo posible para encaminarse nuevamente, y no abandonar. Este punto es muy importante, ya que implica aceptar un compromiso y ser muy consistente, aún si se ha hecho trampa en la dieta o se ha evitado hacer lo que se debía.
Originally posted 2010-08-18 12:53:00.